... no solamente el estómago, sino un poco el alma. Supongo que muchos o algunos lo conoceréis. Para los que no tengais el gusto yo os lo presento: KOLDO MIRANDA, con mayúsculas porque se lo merece.
El porqué de esta dedicatoria ha sido la celebración atrasada del aniversario de boda del que os escribe. Y por segunda vez que he tenido la suerte de visitar el local en el que este maestro del arte culinario realiza sus obras, no podría expresar lo que es degustar uno de sus platos, así que os animo a que os deis un capricho y disfrutar de la comida, el sitio y de Koldo. Merece la pena.
(Dale A La Bola)